sábado, 8 de febrero de 2014

28- Nuevas amistades

Manu se puso unos vaqueros y una sudadera gris de Adidas. Se peinó su pelo rubio hacia arriba y salió de casa. Decidió coger el autobús, el que Clara le había dicho que debía usar. Subió y tras ocho paradas, se bajó, a una manzana de su lugar de entrenamiento, el que el presidente le había dicho. Comenzó a caminar, pero un mensaje de Pablo lo sacó de sus pensamientos.

estas ya? asi te acompaño dentro y evitamos que te pierdas ;)

Manu contestó diciendo que ya casi estaba, y al levantar la cabeza, vio a Pablo mirando para él.

-Hola- se saludaron.

-¿Estás listo para tu primer día?- preguntó Pablo.

-Sí, bueno, nervioso- respondió Manu.

-No te preocupes, enseguida te adaptas- lo tranquilizó Pablo.

-Ojalá- dijo Manu.

Entraron al campo. Pablo le guió el camino a los vestuarios, y al entrar, se encontraron a todos los jugadores allí metidos, hablando. La expectación por el nuevo era grande. Todos se presentaron, y al final Manu acabó conociendo a todos. Solo faltaba Álex por presentarse. Mientras iban saliendo al campo, Pablo paró a Manu, cuando solo quedaron Álex, Pablo y él.

-Bueno, pues eso, Álex Manu, Manu Álex- los presentó.

Álex examinó al nuevo, y con una sonrisa se presentó. Listo, Manu ya conocía al Barça entero, solo faltaba el entrenador.

Salieron al campo, y allí Manu habló con el entrenador y empezó a trabajar con el grupo. La verdad es que Manu encajaba a la perfección con el esquema del equipo, y el entrenador confirmó lo que él mismo pensaba, Manu era lo que necesitaban y andaban buscando.

******
 
Las clases de Marta y Cris llegaron a su fin, y tras despedirse, todo el mundo empezó a abandonar la sala. Las chicas se quedaron recogiendo mientras comentaban las clases de la mañana. El reloj que colgaba de la gran pared marcaba la una y media. Marta pensó que Carmen y Clara debían estar acabando también.
 
-¿Comes en el Campus?- preguntó Marta.
 
-No sé, todavía no me decidí- respondió Cris.
 
-Oye, ¿por qué no te vienes con mis amigas y conmigo?-  propuso la chica de pelo castaño-. Bueno, sabiendo como son ellas, fijo que conocieron a alguien, por lo que con ellas, conmigo, y con todos los que se traigan- rió Marta.
 
-Yo encantada- dijo Cris con una sonrisa.
 
-Pues vamos, a ver si encontramos la cafetería.
 
Las dos chicas salieron de la facultad charlando, en busca de la cafetería.
 
******
 
Clara y Sara también terminaron sus clases a la una y media. Se levantaron comentando las buenas sensaciones que tenían para ese curso. Mientras tanto, se dirigieron a la cafetería, a esperar a las amigas de Clara.
 
Llegando, Clara vio a Marta ir hacia el mismo sitio, acompañada de una chica de ojos azules muy sonriente.
 
-¡Maarta!- la llamó.
 
Marta levantó la cabeza y vio a Clara, acompañada de una chica que no conocía, y la saludó con una sonrisa. Ambas parejas de chicas se acercaron.
 
-¿Que tal todo?- le preguntó Marta.
 
-Genial, por cierto, esta es Sara- presentó Carmen.
 
-Encantada, Sara- dijo Marta-. Yo soy Marta, y ella es Cris- dijo señalando a Cris.
 
-Encantada, Cris- saludó Clara-. Yo soy Clara.
 
Las chicas se miraron y rieron. Entre tanta presentación se hizo todo muy ridículo.
 
-¿Y Carmen?- preguntó Marta.
 
-Estará ya viniendo- respondió Clara.
 
Las chicas empezaron a conversar entre ellas. Marta se dio cuenta de que Sara era una chica muy habladora y simpática. Se le veía segura, y le gustaba. A Clara también le gustó mucho Cris, siempre estaba sonriendo, era muy alegre. Sara, por su parte, estaba contenta de haber hecho tres nuevas amigas, al igual que Cris.
 
Al cabo de unos minutos llegó Carmen.
 
-¡Hola chicas!- saludó. Al ver a dos chicas nuevas, decidió presentarse a sí misma-. Hola, soy Carmen.
 
-Yo Sara.
 
-Yo Cris.
 
Se presentaron y al ver que ya estaban todas. Sara se acordó de María, pero pensó que en cuanto la viera la avisarían y ya iría con ellas. Aparte, esas chicas no parecían de las que juzgaban por el aspecto, aunque eran todas bastante guapas. Se sentía un poco intimidada, no se veía a la altura. Cada una de las chicas cogió una bandeja y se dirigieron a la barra. El plato del día era filete con patatas, porque era el primer día. Se sirvieron y pagaron, y cogieron una mesa al lado de una ventana, por la que se veía el Campus. Comenzaron a comer mientras hablaban. Por turnos, iban contando como habían sido sus clases. Cuando era el turno de Carmen, María entró en la cafetería y fue a coger una bandeja.
 
-Ey, esa chica va en mi clase, la de gafas- dijo.
 
Todas se giraron a mirar.

-Yo la conozco- dijo Sara-. Me estuvo enseñando la ciudad el sábado.

-¿Sí? ¿Le decimos que venga a sentarse?- preguntó Carmen.

-Sí, venga, que la pobre está sola- dijo Cris.

-¿Viene alguien conmigo?- preguntó Carmen.

-Voy yo- se ofreció Sara.

Las dos se levantaron y fueron junto a ella.

-Hola- saludaron.

María se giró agarrando su bandeja.

-Hola- saludó.

-¿Vienes a sentarte con nosotras?- ofreció Sara.

-Claro.

María las acompañó y se sentó junto a las chicas. Tras haberse presentado todas, Carmen siguió contando su día en la facultad, ayudada un poco por María. Cuando ya se habían comido por lo menos la mitad de la comida, una chica de pelo negro entró en la cafetería. Cris levantó la mirada y la vio, y su boca no llegó al suelo de milagro. Marta se fijó y miró en su misma dirección.

-¿Quien es esa chica?- preguntó.

-Ella... Voy a saludarla.- Cris se levantó corriendo de la mesa y corrió junto a la chica-. ¡Elena!

Elena se giró y al ver a Cris yendo hacia ella una sonrisa inundó su cara.

-¡Cris!- Las dos chicas se abrazaron y empezaron a hablar sin parar.

-¿Qué haces tú aquí?- preguntó Cris feliz-. ¡Yo que pensaba que ibas a estudiar a Tarragona!

-Al final decidí venir a Barcelona porque mi hermano me dijo que era lo mejor- respondió igual de feliz Elena-. ¿Y tú que haces aquí? ¿No te ibas a quedar en Girona?

-A mi padre le ofrecieron trabajo aquí, y como tú ya te habías ido decidí venir a estudiar aquí- contó Cris-. ¡Dios, que alegría!

Sentadas desde la mesa, las chicas observaban la escena.

-¿Se conocen?- preguntó Clara.

-Es evidente que sí, tonta- respondió Carmen.

Cris le dijo a Elena que fuera a la mesa con ellas, y ella aceptó. Se presentó a las chicas y aunque no comió nada, se quedó con ellas. Desde el primer momento se llevó bien con ellas, y explicó como era que ella y Cris se conocían. La comida resultó agradable. Al acabar, decidieron dar un paseo por el Campus, mientras intercambiaron números de teléfono, redes sociales...

Fueron a sentarse a un banco al lado de un gran árbol que había en el centro del Campus. Seguían hablando, hasta que a Marta le llegó un mensaje. Era Manu.

-¿Qué tal le fue al futbolista?- preguntó Clara.

-Dice que bien- respondió Marta-. Ya está en casa.

-¿Futbolista?- preguntó Elena.

-Manu Rivas- aclaró Carmen.

-¿Manu Rivas?- preguntó Sara dando un salto-. ¿Es tu hermano?

-Sí- rió Marta-. ¿Por?

-Tía, es guapísimo, y que suerte tienes, un hermano futbolista- dijo Sara.

-Hombre, guapo guapo sí que es- dijo Cris sonriente.

-Y bastante simpático- añadió Clara.

-Tienes que presentárnoslo- dijo Sara feliz.

-Un día venís a mi apartamento y lo conocéis- propuso Marta.

-¡Sí!- dijeron todas al unísono, y todas empezaron a reír.

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