domingo, 22 de septiembre de 2013

4- llaollao servido en camiseta

Elena se puso sus pantalones rosas favoritos, esos con los que todo el mundo le decía que estaba guapísima. Por arriba se puso una blusa blanca preciosa, que la hacían ver muy guapa y madura. Se calzó sus habituales bailarinas y cogió su bolso. Antes de salir de casa, se colocó la larga melena castaña, casi negra. Ya en la calle, se dirigió hacia la zona de restaurantes. Entró en el Burguer King y se cogió una Long Chicken con patatas y una CocaCola. Lo guardó todo en la bolsa que le dieron y salió del establecimiento. Se dirigió al parque más cercano y allí se sentó en un banco a comerse la hamburguesa. La comía poco a poco, cuidadosamente, bajo la atenta mirada de una pareja de señores sentada en el banco de enfrente. Elena se dio cuenta, pero prefirió pasarlo por alto.

Al terminar, tiró las bolsas en una papelera y decidió ir a comprarse un llaollao de postre.

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La camarera pasaba constantemente junto a su mesa, lo que ponía de los nervios a Álex.

<<¿Cuánto tiempo va a estar así? Me siento observado>>. Y para colmo, Jesús y Pablo no dejaban escapar la oportunidad de vacilar a su amigo con el tema, lo que ponía aún más de los nervios a Álex. 

Álex se sintió en el cielo cuando la comida acabó y pudo librarse por fin de la camarera pesada.

-¡Yo os juro que os mato!- les gritó a sus amigos-. ¡Esperad a que tenga oportunidad de devolvérosla!

-No te preocupes, no somos como tú- rió Jesús-. ¿Vienes en coche?

-No, me iré yo solo andando- refunfuñó.

-Tú verás- rió Pablo, y los dos fueron hacia el coche, dejando a Álex solo para ir a su casa.

Echó a andar con las manos metidas en los bolsillos, pensativo.

<<Por culpa de esos dos anormales no he podido comer bien y me he quedado con hambre>>, pensó, <<iré a comprarme un llaollao>>.

Y solo, caminó por las calles de Barcelona, camino del único establecimiento que había de eso.

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-Delicioso- dijo Manu dejando su cuchillo y su tenedor sobre el plato-. De las mejores comidas que he tomado.

-¿Viste como teníamos razón?- dijo triunfante Clara.

-Vi- rió.

-¿Qué vais a hacer por la tarde?- preguntó Carmen.

-Yo tengo que ir a la oficina del presidente del Barça- respondió Manu.

-Y yo tengo que ir a la Universidad para concretar todo- respondió Marta.

-¿Sabéis donde quedan?- preguntó de nuevo Carmen.

Los dos hermanos se miraron. Ni idea. No sabían donde estaban.

-No- dijeron a la vez.

Las dos amigas rieron.

-Si queréis una acompaña a uno y otra acompaña a otro, así no os perdéis, ¿qué os parece?- sugirió Clara.

-Muy bien, yo es que si no me pierdo- dijo Marta.

-Bueno, pues yo voy contigo y que Clara vaya con Manu- dijo Carmen mirando a Clara divertida.

<<Yo es que la mato>>, pensó Clara.

-Por mí vale- dijo Manu sonriente-. Pagamos y nos vamos.- Empezó a sacar la cartera del bolsillo, pero Clara lo interrumpió.

-¡No! ¡Deja! Guarda la cartera. Invitamos nosotras, y ya tú a cambio nos llevarás a la gala del Balón de Oro contigo, ¿trato hecho?

-Ya que nunca iré a una gala de esas, trato hecho- rió Manu.

-Sí irás, y quedarás primero- dijo Carmen sacando su cartera del bolso.

-No creo qu...

-¡Calla! ¡Quedarás primero como que me llamo Clara Martínez!

-Lo que tú digas- rió.

Pagaron y los cuatro salieron del restaurante. Se separaron y cada uno se dirigió a su destino.

******

Aquí. El llaollao. Elena se puso a la cola. Había una cantidad considerable de gente, pero al fin le llegó el turno. Escogió uno de nata con crema de chocolate y avellanas. Pagó y con la cuchara, cogió un poco de su helado. Iba tan concentrada en él, que no vio venir a un chico delante de ella. Los dos chocaron, y el llaollao de Elena acabó aplastado en la camiseta del chico.

-¡Me cago en tu madre! ¡Mira por donde vas, joder!- exclamó Álex furioso.

-Lo siento...- dijo Elena casi al borde del llanto-. Lo siento...

-¡Sí, claro, lo sientes! ¡Ahora me compras otra cam...!- levantó la cabeza y se calló de golpe al ver a Elena delante de él casi llorando. Le pareció una chica muy guapa, y de repente se sintió mal por estar gritándole, así que suavizó el tono de voz y dijo:-. Ey, no llores. Las chicas guapas no lloran.

-No iba a llorar, pero es que lo siento mucho- se disculpó de nuevo Elena.

-No es nada, en serio, me has ahorrado comprarme un helado- bromeó.

Elena sonrió. El chico era guapo, y parecía simpático, a pesar de haberle gritado.

-Soy Álex, por cierto- se presentó.

-Yo Elena, no sé por qué, pero me suenas...- dijo Elena mirándolo pensativa.

-Bueno, no todos le tiran el helado encima al centrocampista titular del Barça- dijo Álex.

-¡Es cierto! Álex Pazos, ¿no?

-Eso es. Ahora a ver que hago yo con esto.

-Repito, lo siento mucho- se disculpó de nuevo Elena.

-Nada, voy a comprarme una camiseta- dijo Álex-. Solo que no sé si ir así o quitármela.

-¿No tendrás frío?- se preocupó Elena.

-Si tengo frío con 32 grados es que estoy enfermo- sonrió Álex, y acto seguido se quitó la camiseta, dejando al descubierto su cuerpo perfecto. Elena se quedó embobada mirándolo. Había oído que esos chicos eran espectaculares, pero no imaginaba que tanto. Álex se dio cuenta, pero prefirió no decir nada para no ponerla en una situación incómoda, y él ya sabía lo mal que se pasaba-. Iré a Zara, ¿te vienes?

-Claro, te la compro yo- se ofreció Elena.

-Que no hace falta.

-Sí hace, te tiré el helado por encima- repitió Elena.

-Que te digo que no, fue un accidente.

-Pero si te pusiste a gritar como un poseso- replicó Elena.

-Porque pensé que eras un tío, no puedo obligar a una chica a comprarme una camiseta- se disculpó Álex.

-No es obligarme, me ofrezco yo.

-Por última vez, no hace falta, y punto- Álex sonrió y entró en Zara, ya que llaollao y Zara quedaban justo al lado-. Busca una camiseta bonita, barata, y que combine con éstos pantalones.

-Vale, pero estoy enfadada porque no me dejas pagar- dijo Elena empezando a mirar.

-Pero se te pasa enseguida, ya verás- dijo Álex pícaro.

Pero Álex tenía una sensación por dentro distinta, y, no sabía por qué, solo sabía que no quería fastidiarla con aquella chica.

1 comentario:

  1. Hooola, ya me pasé, y jo, me encanta, sigueeelaa. Aunque no sea de famosos como dijiste engancha, porque es realista, le puede pasar a cualquieraa. Bueno, que me gusta mucho, a ver cuando subes el siguiente (;
    Un besoo

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